8 de mayo de 2009

Sueño astral

Tuve miedo y me escondí entre sus brazos. Como lo había hecho tantas veces, como lo había hecho siempre. Pero sus brazos eran ahora fríos y ausentes, con heladez de muerte. ¿Hacia dónde vas cuando dejas tu cuerpo?

Me veo luego en un reflejo, pálida la luna, pero oscura como la noche. Y el miedo no se va. El miedo se pasea libre por mis venas e invade cada recuerdo... y tiene el tino de escoger mis recuerdos sobre tí. Y ahora sólo pienso en el miedo, y en el frío. Sin poder huir del mundo en sus brazos.

Fue entonces cuando decidí seguirte, hacia donde van los espíritus cuando abandonan sus cuerpos, hacia donde se dirigen los pensamientos cuando se ha perdido todo. Con la idea, tal vez, de recuperalo ahí donde es el final. Y regresar del más allá. Pero nadie regresa. Nadie vuelve sobre sus pasos. Y yo sólo quiero seguir los tuyos. ¡Espérame que no me tardo! Sigo tus pasos, no avances más sin mí. Ni siquiera me voy a despedir, así como tú tampoco te despediste. Sólo voy a besar sus labios una última vez. Voy a dejar sus brazos para seguir tus pasos.

Y frente a mi reflejo me fui apagando, desprendiendo mis pensamientos y los lazos que me atan a este cuerpo. Vuelo ahora libre lejos del hombre que ha ocupado tu lugar, lejos del espejo que muestra cruel mi reflejo. Y te busco. En lo profundo de la noche, en lo lejano de las estrellas. Pero no te encuentro. Grito a la nada que me rodea, a la ausencia que me invade. A punto ya de perder toda esperanza y abandonarme, de dejarme caer, vislumbro un punto lejano de luz, algo que se mueve. Un cometa, una estela de polvo brillante. Me atrae, me llama.

Voy a su encuentro y me invade una paz única, de las que no hay en el mundo donde te conocí. No pienso más en tí ni en aquél a quien he dejado. ¿Qué hago ahora? ¿Regreso al dolor que nubla mi espíritu? ¿Me libero para siempre de los recuerdos que me atan a este mundo?

Después que el tiempo ha dejado de ser tiempo, tomo una decisión. Es hora ya. Me separo
en los millones de partes que me han formado siempre y me vuelvo polvo brillante, estela de cometa. No seré más.

Tal vez renazca y te busque de nuevo.

Tal vez renazca y regrese a sus brazos.

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